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La gestión térmica efectiva es esencial para proteger la electrónica de alto rendimiento, baterías de vehículos eléctricos (EV) y sistemas aeroespaciales. El grafito natural, con su elevada conductividad térmica y bajo peso, permite soluciones de enfriamiento pasivo avanzadas.
El sobrecalentamiento acelera el desgaste y reduce la confiabilidad. Dispositivos como CPUs, transistores de potencia o celdas de batería generan calor concentrado que debe disiparse rápidamente.
El grafito natural supera los 400 W/m·K en conductividad térmica, comparable al cobre pero con solo un 20 % de su peso. Es flexible, resistente a la corrosión y compatible con adhesivos y laminados.
Electrónica de consumo: láminas de grafito en móviles y portátiles como difusores térmicos ligeros
Vehículos eléctricos: almohadillas térmicas y recubrimientos para mantener baterías frías
Aeroespacial: grafito en satélites y sistemas de navegación para equilibrio térmico con bajo peso
Aunque cobre y aluminio son buenos conductores, el grafito ofrece:
Menor peso
Flexibilidad mecánica
Estabilidad química y compatibilidad electromagnética
Pureza del carbono ≥ 99 %
Espesor de 0.017 mm a 0.5 mm
Formato laminado o expandido, personalizado según el uso
El grafito natural combina rendimiento térmico, ligereza y versatilidad. Para fabricantes globales, es una opción eficiente para sistemas de enfriamiento avanzados. Colaborar con un proveedor confiable garantiza resultados consistentes.
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